El Secreto para Construir Hábitos que sí Perduran (Según la Ciencia)

 

Los micro-hábitos son pequeñas acciones que si se realizan de forma constante  tienen un gran impacto en tu vida diaria y tu bienestar. Establecer nuevos hábitos no es tarea fácil, ya que nuestro cerebro es como un músculo que hemos entrenado toda la vida en unas habilidades y unas rutinas. Es por eso que inconscientemente solemos tener resistencias a des-aprender, cambiar o incorporar nuevos hábitos en nuestro día a día. Para ver mejora en nuestro bienestar emocional nos podemos ayudar de los los micro-hábitos, que  al ser pequeños cambios  facilitan su implementación y  generan un gran impacto.
Para establecer nuevos hábitos es fundamental empezar por preguntarse y entender cuál es el motivo y el beneficio de ese hábito, ya que no todos  tienen el mismo efecto en todas las personas. Por esta razón  uno tiene que preguntarse que sistema y que rutinas se adaptan mejor a la personalidad, actitud, entorno y objetivos de vida de cada uno.
Cómo implementar nuevos hábitos:

  • Cambia tu paradigma sobre la motivación: muchos hemos aprendido que hay que estar  motivados para iniciar una acción, pero tenemos que entender que la motivación es cambiante, confiar en ella es como construir una casa sobre arena. Busca modificar tu entorno: ¿Quieres leer más? Deja un libro en la mesita de noche, ¿quieres alimentarte sanamente? Deja fruta a mano en la cocina que puedas comer…
    – La regla de los 2 minutos: muchas veces, la mayor dificultad es empezar así que, en vez de pensar en toda la acción o tarea, empieza con solo 2 minutos, y la mayoría de las veces verás que tú mismo seguirás con la acción.
  • Mejorar un 1% cada día: los grandes cambios son la consecuencia de pequeñas decisiones repetidas, así que haz que el hábito sea  fácil y pequeño de forma que que no puedas decirte que no, y poco a poco mantén la constancia y esa pequeña acción aumentará. Por ejemplo: empieza por leer una página, por caminar 200 m, por hacer respiraciones durante 1 minuto…
  • Combina un hábito nuevo con uno antiguo: después de lavarme los dientes haré 10 respiraciones, antes de ir a trabajar haré 3 estiramientos, …
  • Refuerza los logros: el cerebro tiende a repetir aquello que le genera bienestar, después de lograr un micro-hábito regálate un refuerzo que te facilite la motivación para volver a hacerlo.
  • Quien quieres ser vs. que quieres hacer: en vez de enfocarte en los resultados que deseas alcanzar, enfócate en quien deseas ser. No digas quiero dejar de fumar, cámbialo por soy una persona que cuida su salud. No digas quiero adelgazar, cámbialo por soy alguien que disfruta comiendo sano y haciendo ejercicio. Nuestras acciones están muy ligadas a la persona que somos y a lo que nos decimos, así que narra tu vida desde la versión de ti mismo que quieres ser.
  • No te castigues: Si fallas no abandones, esto forma parte del proceso, el objetivo no es la perfección ni la constancia exigentemente tóxica, sino repetir las acciones lo suficiente para que, con el tiempo, se vuelvan automáticas.

Los micro-hábitos son como semillas: casi no pesan, pero con tiempo y repetición, crecen hasta cambiar tu paisaje interno.

El bienestar emocional no es solo «estar feliz» todo el tiempo. Es la capacidad de navegar tus emociones con consciencia, adaptarte al estrés sin derrumbarte y construir una relación amable contigo mismo, incluso en los días grises. Este bienestar tiene un impacto significativo en tus relaciones, salud física, salud mental y resiliencia. Los micro-hábitos para el bienestar emocional son como lavarse los dientes para una higiene bucal, quizá en un principio era un hábito que costaba establecer 3 veces al día, pero llega un momento en que se convierte en una rutina automática que afecta directamente a tu salud. El bienestar emocional depende e influye significativamente en las diferentes dimensiones de la persona, en el próximo articulo te propondré, micro-hábitos para cada una de las dimensiones física, emocional y mental. Cambiar es posible, ánimos!

Hasta la próxima!